En otras ocasiones te he hablado de la importancia de lo que hablamos y como nuestra palabra es creadora de realidad, pues bien, hoy quiero poner el foco en nuestras palabras pero en relación con los demás.
En la vida hay pocas cosas tan agotadoras como escuchar a una persona criticar a todas horas. Además de hacernos vivir en un pozo lleno de comportamientos negativos, nos acaba haciendo sentir muy mal.
En definitiva, las palabras y las actitudes de una persona que critica nos desgastan de tal manera que dejan nuestra mente devastada.
Para hablarte de todo esto, voy a contarte una leyenda que resumen mucho mejor que yo lo que te quiero trasmitir:
Sócrates fue un filósofo que vivió en la antigua Grecia hacia mediados del siglo IV aC.
Cuenta la leyenda que un día, un conocido de Sócrates se acercó a él y le dijo:
Si realmente deseas vivir una vida más autentica, sería bueno que aplicaras los tres filtros de Sócrates a la información que manejas. Debemos aplicarla tanto a lo que compartimos, como a lo que recibimos.
Si educamos nuestra mente para aplicar estos filtros de manera casi automática, nos ahorraremos muchísimos dolores de cabeza, preocupaciones inútiles, pérdidas de tiempo, desinformación y un larguísimo etc.
Te invito a que pongas en práctica este pequeño consejo… quizá te sorprendas al ver que algo tan sencillo, puede marcar una diferencia real en tu vida.