¿Qué Beneficios te proporciona tu sobrepeso?

De los “beneficios” que hoy te quiero hablar, no tienen nada que ver con las consecuencias positivas de tener unos kilos de más, sino de lo que se llama “beneficios ocultos” o lo que es lo mismo que se encierra en lo más profundo de nuestro sobrepeso. Qué emociones escondidas hay debajo de la capa de grasa.

En nuestra imaginación con demasiada frecuencia, echamos la culpa de muchas cosas que nos pasan a nuestro problema de sobrepeso, o al menos esa es la excusa que ponemos, para no hacer tal o cual cosa.

A veces consideramos que nuestro sobrepeso es el causante de que no tengamos un mejor trabajo, que no encontremos pareja o nos haya dejado la que teníamos por otra persona “más delgada”…

Es decir, de forma inconsciente, estamos utilizando este problema para no enfrentarnos a otra realidad que no “queremos ver” o que nos resulta dolorosa enfrentarnos.

Esto se transforma en que estamos obteniendo lo que se llama “beneficios indirectos” del hecho de estar gordas. En la realidad, esconde otros problemas que no deseamos o no sabemos afrontar y que encubrimos con el sobrepeso.

Te voy a decir una cosa, si tener sobrepeso no tuviera ningún beneficio para ti, no lo tendrías, rápidamente perderías los kilos que te sobran, pero la realidad es que mantenemos “algo” porque de forma inconsciente “nos suple” una carencia o nos proporciona un beneficio.

Por supuesto que en la mayoría de los casos no somos conscientes de este tipo de “beneficios” porque los venimos arrastrando desde nuestra infancia o adolescencia.

Los más frecuentes son:

1. El sobrepeso u obesidad como coraza:

Nuestro inconsciente está diseñado para sobrevivir y, ante una situación externa que el traduce como amenaza, desarrolla su capacidad de protección haciendo que nos recubramos de una capa de grasa para protegernos. Esto suele ocurrir en  nuestra infancia o adolescencia  pero también es posible  en cualquier otro momento de la vida.

Para el inconsciente no existe el tiempo, todo lo vive en momento presente, y los mecanismos de protección implantados en nuestra infancia, persisten como un habito,  aunque desaparezca la situación estresante .

Las razones para protegerse pueden ser múltiples y variadas, desde un hermano o hermana mayor que nos maltrata, hasta las miradas insidiosas de hombres cercanos a la familia, hasta los malos tratos o los abusos sexuales en la infancia.

En todos los casos, el inconsciente nos ayuda a “protegernos” y lo hace como sabe, haciendo que engordemos.

2. Falta de confianza

Recuperar la autoconfianza o encontrarla para quien nunca la ha tenido, forma parte de la lucha contra el sobrepeso emocional. La falta de autoconfianza es una de las razones, de forma aislada o en combinación con otras del sobrepeso emocional.

Comer es emocionalmente un medio de mantener la compostura. Engordar es una forma metafórica de cobrar importancia, de ocupar más espacio ante los demás, de pesar más ante ellos, de compensar físicamente ese sentimiento de insignificancia que le atormenta mentalmente.

Además la falta de confianza es un factor limitador a la hora de emprender acciones, actividad física, proyectos profesionales, relaciones íntimas… En definitiva, reprime toda realización personal y las cosas que nos producen placer.

3. Dar la Talla

El sobrepeso emocional, permite socialmente, “dar la talla” imponerse y destacar. Esto es más frecuente entre las personas que se creen falta de carisma o de riqueza interior.

Cuando una persona se encuentra insignificante frente a otras que consideran  más atractivas y que captan la atención de los demás, una manera inconsciente de ser más vista es cogiendo kilos.

Este aumento de peso emocional o necesidad de “ser vista y considerada por los otros” se puede producir en todos los ámbitos de la vida, en la familia, en el trabajo, ante un socio que roba todo el protagonismo…

4. La Obesidad como rebeldía

En algunas ocasiones se utiliza la obesidad, como mecanismo de rebeldía, en una familia en donde las imposiciones a las mujeres pasan por ser un estereotipo determinado, una forma de protestar y romper con esa oposición es haciendo justamente lo contrarío, cogiendo kilos y quizá vistiendo desaliñada y sin preocuparse por todo lo que signifique moda o modales “femeninos”.

También puede suceder esto como reacción ante un trabajo en el cual a las “mujeres” se les exige constantemente estar demostrando su valía. Una de las formas de rebelarse ante ese patrón es borrar los rasgos femeninos y eso se logra con el sobrepeso, que en verdad hace que el cuerpo no resalte las partes más femeninas.

Cuando se toma la obesidad como rebeldía y autoafirmación, hay que tener presente, que contrariamente a lo que esas personas piensan, siguen vinculadas más estrechamente a la causa de la que quieren huir, porque en realidad su vida gira en torno a esa causa y ellas con su actitud, solo hacen que reaccionar.

 

Si deseas estar delgada tienes que encontrar los “beneficios  o suplencias” que te trae el sobrepeso.

Para liberarse de estos “beneficios”, una vez descubiertos, hay que poner en marcha mecanismos que te ayuden a resolver estos problemas y que no pasen por el sobrepeso.

Una forma sencilla de descubrirlo es observando lo que te sucede.

Haz un diario que refleje los alimentos que comes, cantidad, día de la semana, hora, que estás haciendo, con quién estás, dónde y lo que es más importante, qué emoción tienes en ese momento.

Si haces esto durante una semana descubrirás muchas cosas sobre ti y “qué beneficios te está proporcionando el sobrepeso”

Una vez que tengas claro lo que obtienes con el sobrepeso, es momento de dar otro paso y no centrar tu atención en lo que comes o no comes, sino en todo lo que rodea a la comida y sobre todo las emociones, sentimientos o situaciones que estás supliendo con la comida.

Es momento de tomar ACCIÓN y DECIDIR qué vas hacer para logar tu objetivo.

 

 

 

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