Las ganadoras buscan el camino

Muchos de los programas de adelgazamiento fracasan porque solo se centran en cambiar hábitos alimenticios y de ejercicio y dan muy poca importancia a la relación mente-cuerpo. Y créeme encontrar que hay detrás de tu sobrepeso requiere una determinación de encontrarlo.

Cada vez que sufrimos una tensión mental o emocional se generan cambios químicos en nuestro cuerpo,  cambios que pueden activar antiguos programas que llevamos dentro y que hacen que nos pongamos a salvo. Esto explica que el mismo acontecimiento a unas personas les dé por adelgazar y a otras por engordar, porque ha despertado en ellas situaciones muy diferentes, con el objetivo de que sobrevivías que es lo que nuestro cerebro sabe hacer.

Mientras no soluciones este punto de estrés mental que hace que cojas peso, ninguna dieta, ningún programa de ejercicio por si solo va a funcionar. Y si consigues algunos resultados será con un esfuerzo sobreagotador que en la mayoría de los casos nos hacen plantearnos si merece la pena seguir con ese plan.

Voy a comentarte una de las causas más frecuentes de este estrés mental y emocional que hacen que tu cuerpo se dispare y necesite acumular.

EL SENTIMIENTO DE CARENCIA.-

En esta sociedad en la que vivimos, es muy fácil y está muy generalizado tener un sentimiento de carencia, bien sea que no tienes suficiente dinero, o no te encuentras satisfecha con tu trabajo, o te falta alguien en tu vida, o te faltan clientes, o un coche o falta de sentido a mi vida… sientes una carencia de que te falta algo.

Nuestro cerebro recibe este mensaje de carencia y lo único que sabe hacer es traducirlo a medios físicos. Y tira de archivo y traduce la carencia, como falta de comida y agua que eran los dos bienes primarios que necesitaban nuestros ancestros para sobrevivir.

Si esto sucede  de forma esporádica, no pasa nada al poco tiempo el cerebro dejará su alerta y volverá a sentirse tranquilo, pero si lo tenemos sometido en continuidad a esa sensación de carencia,  tu cerebro puede interpretar cualquier clase de carencia mental, emocional o incluso espiritual como falta de comida.

El miedo a perder el trabajo, a no llegar a fin de mes, no hace que todas las personas que lo sufran estén gordas, cada persona reacciona de una forma diferente. Pero si te pasas el día con sentimiento de carencia es más probable que tu cerebro lo interprete como una señal de alarma y tome el camino de acumular para cuando vengan momentos peores, es decir hace que almacenes grasa y engordes.

Quiero dejar claro que no importa si tu sentimiento de carencia es verdadero o no, puede que seas muy rica en bienes materiales, que tengas un buen sueldo o una buena posición e incluso que seas una mujer de éxito,  y sigas teniendo el sentimiento de que te falta algo.

Yo te animo a que  encuentres tu propio camino, que repases tu vida y veas si de verdad tienes sentimientos de carencia, de que tu vida está falta de algo y que necesitas llenarla.

En ocasiones creemos que bajar de peso resolverá nuestros problemas emocionales, cuando podría ser al revés, es a través de resolver nuestros problemas emocionales que podemos cambiar nuestro estilo de vida, nuestros hábitos y por ende, perder peso y estar saludables.

No basta con dieta y ejercicio, es importante prestar atención a lo que sentimos. Si estamos bien emocionalmente, será más fácil estar bien físicamente.

Mira si en tu vida está instalado ese sentimiento de carencia y busca como solucionarlo.

Yo voy a darte una sugerencia, pero tú eres las que decide que te funciona a ti.

Haz una lista con todas las cosas que ya tienes y decide centrarte en desarrollar más uno de esos aspectos. Centrándote en lo que tienes, desvías la mirada de lo que no tienes.

También puedes cada día hacer el ejercicio de dar gracias por lo que tienes.

Las personas ganadoras y que convierten en realidad sus sueños se caracterizan por SIEMPRE estar buscando la forma de alcanzar sus objetivos, cueste lo que cueste, porque SIEMPRE hay un camino posible… por muy difícil que parezca, SIEMPRE hay un camino y SIEMPRE es posible caminarlo.

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