¿El miedo te paraliza? ¿Te impide conseguir tus objetivos? ¿A qué tienes miedo?
Ante lo desconocido , siempre en mayor o menor medida aparece “El Miedo” ¿Porqué?
El miedo es una de las emociones que llamamos básicas, que son las que compartimos con todos los mamíferos, tiene una la función muy específica, protegernos de los peligros reales o posibles. Por ello es una emoción que nos ayuda mucho a evolucionar como especie ya que nos pone alerta y nos guía para sobrevivir ante los peligros.
Pero el miedo también tiene su carga negativa, ya que se puede activar no solo ante un peligro real, sino ante nuestras creencias y nuestra imaginación . Basta con que nos creamos que no somos buenas en el trabajo, que no vamos a poder hacer frente a los pagos que tenemos comprometidos, que nos hemos equivocado en una decisión que hemos tomado, que nos imaginemos que el jefe está a disgusto con nosotros ….. para que se dispare el miedo. No es necesario que lo que creemos o imaginamos sea real o este ocurriendo en el momento presente, para que se active y sintamos tal miedo que nos paralice.
“En el fondo de cada uno de nuestros miedos, está simplemente el miedo de no poder afrontar lo que pueda depararnos la vida “
Hoy quiero dejarte 5 Claves que te ayuden a afrontar el miedo de forma más satisfactoria para ti.
Cuando no tenemos miedo y creemos en nosotros, somos capaces de dar lo mejor y superar nuestros propios límites, pero con miedo nuestro talento no se puede expresar.
Cuando vivimos con miedo, no somos capaces de ver más allá de la amenaza, y esto hace que ante cualquier nueva situación, nos fijemos más en lo que vamos a perder que en lo que vamos a conseguir.
Toda nuestra energía, la centramos en que nada se mueva en este momento.
Nos refugiamos en nuestra zona de confort y la defendemos con fuerza, pero con mucha frecuencia, nuestra zona de confort no nos satisface, incluso la detestamos, pero el miedo hace que nos agarremos a ella como la tabla de salvación.
Así nuestra vida se transforma en “sobrevivir”, no en una vida vivida, nos la pasamos sin disfrutar de ella, esperando momentos mejores, pero sin hacer nada para que lleguen.