Si quieres estar Delgada: Aprende a manejar tu estrés

En la actualidad se habla mucho del estrés y de que vivimos estresados, si consideramos al estrés como “Conjunto de alteraciones que se producen en el organismo como respuesta física ante determinados estímulos repetidos, como por ejemplo el frío, el miedo, la alegría, etc. Definir que una persona está estresada o padece de estrés crónico, no resulta fácil, ya que cada una reacciona de forma diferente a los acontecimientos.

Aunque cuando se habla del estrés se percibe como algo negativo, esto no es del todo así, existe es estrés positivo, que es un estimulo que necesitamos para funcionar de forma optima. Aquí en este articulo cuando hablemos de estrés lo vamos a tomar en su vertiente negativa, que es cuando la persona se percibe con un cansancio mental, como consecuencia de estar bajo presión mental o emocional, producida por un estimulo repetitivo.

El estrés no es una enfermedad, pero si se hace crónico, esa sensación de cansancio puede derivar en un detrimento de nuestro bienestar físico y mental y como consecuencia también influye en nuestra manera de relacionarnos y hoy en día se sabe que es uno de los factores asociados a la obesidad.

ESTRÉS Y OBESIDAD

Se ha descubierto que el estrés crónico causa la secreción de sustancias que actúan sobre las células de grasa, aumentando su tamaño y multiplicando su cantidad..

El estrés que origina aumento de peso es el crónico, es decir aquel que se mantiene durante largo tiempo y que no ha podido ser controlado. Investigaciones del instituto Garvan de Australia concluyeron que ante las tensiones sostenidas, el cerebro segrega un neuropéptido (Y2) que se encuentra en los adipocitos (células de grasa) produciendo un aumento de su tamaño y una multiplicación de las mismas, lo cual aumenta la cantidad de tejido graso en el organismo.

Todos hemos experimentado que es estrés tiene influencia sobre el apetito y el tipo de alimentos que nos “apetece comer”. Hay personas que ante es estrés se les va el apetito y hay otras que sienten muchas ganas de comer. Estas últimas suelen relatar que el estrés les provoca “ansia” por comidas que “producen placer” y estas suelen ser las que llevan mucha grasa o mucha azúcar. Esto es así porque este tipo de comidas  actúan sobre los receptores opioides del cerebro y esto hace que se inhiba la respuesta al estrés produciendo una sensación de bienestar.

Los estudios también han confirmado que cuando se está bajo estrés, se lleva más descontrol en las comidas, saltándose las principales y picoteando de forma continua.

La falta de conciencia al comer, también conocido como alimentación inconsciente o sin sentido, puede contribuir a la obesidad y está asociada con un estilo de vida estresante.

¿QUÉ PUEDES HACER?

Si te sientes identificada con lo anterior o tienes la conciencia de que estás bajo presión, aquí tienes algunas sugerencias para mejorar tu situación:

1.- Encontrar las causas del estrés.- Cada persona reaccionamos de forma diferente ante las circunstancias de la vida y lo que para una es algo “normal” para otra puede ser una fuente de estrés.

El estrés puede ser provocado por causas externas, tanto familiares, como laborales u otro tipo de conflicto, pero también puede ser provocado por conflictos internos, como tener una baja autoestima, pensar que no se es apto para un trabajo o tener que tomar una decisión difícil.

2.-  Lleva un diario de tus situaciones y emociones estresantes.- Es muy útil saber que nos produce esa sensación de agobio y malestar, y en muchas ocasiones no tenemos claro de donde proviene, así que mi sugerencia es que cuando la sientas, anotes que estabas haciendo, pensando si estabas con alguna persona en concreto, en que sitio…. Es decir el máximo de detalles que puedas poner, para tener conciencia clara del desencadenante de esa situación, así podrás actuar sobre ella.

3.- Comienza a dar pasos para solucionar la causa de tu estrés. Una vez que tienes claro que situaciones, acontecimientos o personas te causan estrés, comienza hacer cambios.

Quizá no te puedas deshacer de esa situación, pero siempre podrás cambiar tu forma de reaccionar ante ella, eso solo depende de ti.

Recuerda que las situaciones son neutras, que lo que nos causa ese sentimiento es lo que nosotros pensamos sobre ellas y la interpretación que le damos, así que cambiar la forma de mirarlas es un buen comienzo.

4.- No calmes tu estrés con comida. Hay otras muchas formas más saludables de combatir el estrés, como el ejercicio físico, y un montón de técnicas, tanto activas como desahogarte dando puñetazos a una almohada, hasta escuchar una relajación que te calme. Tú eliges pero que no sea la comida el refugio de tu situación.

Como ves, si deseas conseguir tu peso ideal, hay caminos que te pueden ayudar a lograr tu objetivo y uno de ellos es aprender a manejar el estrés crónico.

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